Cuando, de repente, un animal con alas coloridas y brillantes se posa en el tronco de un árbol, Maísa se maravilla, ya que nunca había visto animal más hermoso, una mariposa infinitamente más colorida que las otras. Al encontrar la bella y elegante mariposa, Maísa se sentía insatisfecha con su condición de cucaracha y resolvió pedir a la Señora Naturaleza, para que realizara su sueño: